12 consejos para enfrentarse a un examen de Álgebra Lineal

Cuando se trata de enfrentarse a un examen, todos queremos obtener buenos resultados, y aunque algunos disfrutan ese momento, la realidad es que para la mayoría genera una gran tensión.

De mis experiencias personales, primero como estudiante y luego como profesor, me gustaría compartir una lista de consejos que te pueden ayudar a mejorar tus resultados cuando te enfrentes a un examen exigente y trabajoso, como los de Álgebra Lineal, aunque en sentido general estos consejos son válidos para cualquier examen.

Los consejos están orientados, principalmente, a ayudarte a optimizar tu tiempo, mantener una mente enfocada y positiva, y distribuir tu energía de forma más eficiente.

En el Álgebra Lineal es imprescindible que además de entender la materia, hayas resuelto algunos ejercicios de cada temática antes del examen; no basta con ver como el profesor lo resuelve o leer ejercicios resueltos en un libro, y creer que ya sabes cómo hacerlo, debes tratar de resolverlos y ejercitar los diferentes métodos de cálculo. Es importante también que aprendas los conceptos básicos y no solo los métodos de resolución; esto te pondrá en una posición de ventaja ante problemas que no hayas visto, o que tengan un enfoque más teórico. Con estas recomendaciones a tener en cuenta, ahora sí vayamos a los consejos.

Los consejos:

1. Mantén un estado de relajación antes y durante el examen. Mantener un estado de tensión es contraproducente, aprende a disfrutar los exámenes, viéndolo más como una forma de probar tus conocimientos, y no como un instrumento para obtener una calificación. Confía en ti en todo momento, debes sentir que tienes la mente de un genio para poder desbloquear toda tu capacidad.

2. Lee primeramente todo el examen, analiza el nivel de dificultad de cada ejercicio y la puntuación asociada (de mostrarse en el examen). Esto te permitirá identificar las preguntas más fáciles y estimar el tiempo que requerirás para cada ejercicio, de manera que puedas completar todo el examen en tiempo.

3. El orden dado al examen no tiene que corresponderse con el orden en que lo resolverás. Comienza por los ejercicios que consideras más sencillos, los cuales podrás hacer más rápido y con menor esfuerzo. Si comienzas por los más difíciles pudieras agotar el tiempo y tu energía.

4. Utiliza el método que reduce el riesgo de equivocarte, excepto cuando se exige uno en específico. Si el método que seleccionas implica utilizar un tiempo excesivo, entonces debes valorar si tendrás tiempo para resolver los demás problemas, en caso contrario será mejor usar otro método.

5. Trabaja organizadamente y cerciórate de enumerar cada hoja adicional, así como especificar siempre la pregunta e inciso en cada respuesta que des, expresando que continúa en la próxima hoja, de ser el caso. De esta forma evitarás que el profesor no tenga en cuenta alguna hoja por error y obtengas una calificación inferior a la que mereces. Recuerda que el profesor deberá calificar los exámenes de varios estudiantes, no solo el tuyo, lo cual es una tarea agotadora.

6. Presta mucha atención cuando copies datos de una hoja para otra, pues es muy común transcribir un número incorrecto o ubicarlo en la posición incorrecta dentro de una matriz. Los errores de transcripción son de los más frecuentes cuando se califican exámenes de Álgebra lineal.

7. Deja las comprobaciones para el final, cuando no son obligatorias. Muchos ejercicios tienen una forma de comprobar si la solución final es correcta o no. Si la comprobación consume mucho tiempo o puede reducir tu energía, déjala para el final. Muchos profesores, entre los que me incluyo, califican basados no solo en el resultado final, sino también en el desarrollo de la respuesta.

8. Tacha lo que no quieres sea considerado, borrar consume mucho más tiempo, y en ocasiones te percatarás que la solución que desechaste era la correcta, y en ese caso puedes reproducir de forma más rápida lo que habías desechado.

9. Recompénsate mentalmente luego de terminar cada pregunta, haz afirmaciones positivas sobre tu buen desempeño. Eso te pondrá en una mejor posición para enfrentarte a la próxima pregunta.

10. Si sientes que estás atascado en la solución de un problema, cambia a otro ejercicio y luego vuelve a este, muchas veces solo se necesita dejar de pensar por unos minutos en un problema, para que la mente encuentre la solución.

11. Chequea que has respondido todas las preguntas e incisos. Recorre cada una de las preguntas del examen, localizando donde está la respuesta correspondiente. Esto parece trivial, pero es muy común encontrar preguntas sin responder por descuido, ten en cuenta que nuestra mente se cansa, y perdemos la habilidad de recordar con claridad.

12. Si terminas antes del tiempo límite, comprueba las respuestas, comenzando por aquellas donde hay más probabilidad de error. Si no hay forma de comprobar la respuesta, analiza si existe una vía alternativa para resolver el problema, y utilízalo como método de comprobación.

Cuando termines el examen, relaja tu mente completamente, no tiene sentido pensar en lo que no hiciste correctamente o en lo que pudiste hacer de otra forma. Si al obtener los resultados no quedas satisfecho con tu desempeño, eso será un indicador que deberás esforzarte más para la próxima vez.

Espero que recuerdes estos consejos cuando vuelvas a enfrentarte a un examen. Si te han parecido útiles o tienes otros consejos que te gustaría compartir, nos encantaría leerlos en la sección de Comentarios.